12 septiembre 2025

DIOS ES AMOR PERO TAMBIEN ES FUEGO CONSUMIDOR

blog del pastor janber flores cabrera
TEXTOS: 1 de Juan 4;16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 
Hebreos 12; 29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.
INTRODUCCION

Este es un tema fascinante y central en la teología cristiana. La yuxtaposición de que Dios es amor y al mismo tiempo un fuego consumidor no son ideas contradictorias, sino dos aspectos de Su naturaleza que se complementan.

El Amor de Dios

La primera parte de tu texto, 1 Juan 4:16, nos dice que Dios es amor. Este no es solo un atributo de Él, sino Su esencia misma. Este amor se manifiesta de muchas maneras:

  • Gracia y Misericordia: Dios nos ama a pesar de nuestros errores y pecados. Su amor es incondicional, no se basa en lo que hacemos, sino en quién es Él.

  • Salvación en Cristo: El ejemplo más grande de este amor es el sacrificio de Jesús en la cruz. Juan 3:16 lo resume perfectamente: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

  • Relación Personal: El amor de Dios nos invita a una relación cercana con Él. Permanecer en Su amor significa vivir en obediencia, confianza y comunión con Él.

El Fuego Consumidor

Luego, el texto de Hebreos 12:29 nos recuerda que nuestro Dios es fuego consumidor. Esta imagen puede parecer intimidante, pero también es una revelación profunda de Su carácter:

  • Santidad y Pureza: El fuego, en la Biblia, a menudo representa la santidad y pureza de Dios. Él es un Dios perfecto que no puede tolerar el pecado. El fuego consume lo que es impuro, lo que no pertenece, para purificar lo que es verdadero y valioso.

  • Juicio Justo: El fuego consumidor también simboliza el juicio de Dios. No es un juicio de ira descontrolada, sino un acto de justicia perfecta. El pecado debe ser tratado. Este fuego consumirá todo lo que se opone a Su santidad, incluyendo el pecado, el mal y la injusticia.

  • Purificación: Para aquellos que caminan con Él, el fuego consumidor no es destructivo, sino purificador. Piensa en el oro que se refina con fuego para quitar las impurezas. De la misma manera, Dios puede usar pruebas y dificultades en nuestras vidas para quemar lo que no es de Él, perfeccionando nuestro carácter y fe.

La Unión de Ambos Conceptos

¿Cómo se unen el amor y el fuego? El amor de Dios es tan santo y puro que no puede coexistir con el pecado. Su "fuego" es el aspecto de Su amor que busca la purificación y la justicia. Su amor no es un amor "blando" que ignora el pecado, sino un amor "fuerte" que confronta el mal para proteger y purificar a Sus hijos.

Podríamos decir que el amor de Dios es un fuego. Para Sus hijos, es un fuego de purificación; para Sus enemigos, es un fuego de juicio.


17 agosto 2025

El Camino a la Restauración y la Esperanza

blog del pastor janber flores cabrera

Título del Sermón: El Camino a la Restauración y la Esperanza

Texto Bíblico: Job 11:13-20 

Idea Principal: La verdadera restauración, paz y esperanza no provienen de escapar de nuestros problemas, sino de un corazón dispuesto a buscar a Dios, arrepentirse de la iniquidad y vivir con justicia.

Introducción: La Búsqueda de la Paz en Medio del Sufrimiento

  • El contexto de Job: Recordar brevemente la situación de Job. Él está sufriendo inmensamente, y sus amigos, como Zofar, intentan "explicar" su dolor. Zofar, en este pasaje, presenta una visión de la prosperidad que viene de la rectitud. Aunque Zofar no entiende la totalidad de la situación de Job, el principio que él expone es bíblicamente sólido.

  • La pregunta del corazón: ¿Qué hacemos cuando la vida nos golpea? ¿Dónde buscamos la paz? A menudo, tratamos de encontrarla en lo externo, pero la verdadera paz comienza con una transformación interna.


Puntos Clave

1. El Requisito: Un Corazón y Manos Disuestas (vv. 13-14)

  • "Si tú dispusieres tu corazón, y extendieres a él tus manos": Esto no es una acción superficial, sino un acto de rendición completa. El corazón (la voluntad, los deseos) debe estar dispuesto a volverse a Dios. Extender las manos es un gesto de oración, de súplica y de entrega. Es un llamado a la búsqueda sincera de Dios.

  • "Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti": El arrepentimiento es esencial. La restauración no puede coexistir con la iniquidad. Las "manos" representan nuestras acciones. Si hay algo en nuestra vida que deshonra a Dios, debemos estar dispuestos a deshacernos de ello. Esto implica un cambio de dirección, una decisión consciente de dejar el pecado.

2. Las Consecuencias de la Restauración (vv. 15-19)

Este es el fruto del arrepentimiento y la búsqueda de Dios. Aquí podemos desglosar las promesas:

  • Restauración de la Dignidad y la Confianza (v. 15): "Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás." El pecado nos avergüenza y nos debilita. Al arrepentirnos y volver a Dios, recuperamos la dignidad y la confianza. Podemos levantar el rostro, libres de la culpa. La verdadera fortaleza no está en la arrogancia, sino en una conciencia limpia ante Dios.

  • El Olvido del Dolor Pasado (v. 16): "Y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron." Esto no significa amnesia. Significa que el pasado ya no nos define ni nos atormenta. El dolor se convierte en una lección, una parte de la historia, pero ya no tiene poder para controlar nuestro presente o futuro.

  • Claridad y Luz en la Vida (v. 17): "La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será como la mañana." La vida sin Dios a menudo se siente confusa y sombría. La iniquidad crea oscuridad. La rectitud trae luz, propósito y dirección, incluso en los momentos difíciles. No es que los problemas desaparezcan, sino que la perspectiva cambia.

  • Paz y Seguridad (vv. 18-19): "Tendrás confianza, porque hay esperanza... y dormirás seguro." La esperanza genuina nos da confianza. Cuando nuestra esperanza está en Dios, no importa lo que nos rodee, podemos encontrar paz interior y un descanso seguro. No solo tendremos paz nosotros, sino que también nos convertiremos en una fuente de bendición para otros ("muchos suplicarán tu favor").

3. El Contraste: La Suerte de los Malos (v. 20)

  • "Pero los ojos de los malos se consumirán": Se contrasta la esperanza y la paz del justo con la desesperación de los malvados. Sus ojos "se consumirán" porque su esperanza está en vano. No tienen un futuro seguro.

  • "No tendrán refugio; y su esperanza será dar su último suspiro": Mientras que el justo tiene un refugio en Dios, el malvado no tiene un lugar seguro a dónde ir. Su única esperanza es la muerte, un final que lo consumirá todo. Es un final sin la paz ni la esperanza que ofrece Dios.


Conclusión: Un Llamado a la Decisión

  • El desafío de Zofar: El desafío que Zofar le presenta a Job es el mismo desafío que se nos presenta hoy. ¿Estamos dispuestos a examinar nuestro corazón y nuestras manos?

  • La promesa de Dios: La vida en Cristo no garantiza la ausencia de problemas, pero sí promete la paz, la esperanza y la restauración que solo Él puede dar. El camino hacia esa paz comienza con un corazón dispuesto a volverse a Él y dejar atrás todo lo que nos aparta de su voluntad.


Llamado o Reflexión Final

  • Invitar a la congregación a meditar sobre la condición de su propio corazón. ¿Hay iniquidad de la que necesiten arrepentirse? ¿Están dispuestos a extender sus manos a Dios en completa entrega?

  • Terminar con una oración de arrepentimiento y dedicación, pidiendo a Dios que nos ayude a vivir de una manera que refleje los principios de este pasaje, para que podamos experimentar la verdadera paz y esperanza que Él ofrece.

31 julio 2025

Construyendo un buen nombre . Sermón Carcelario

blog del pastor janber flores cabrera
Texto proverbios 22;1
Queridos hermanos,
Hoy quiero hablarles de algo que nos da el libro de Proverbios, 
un libro lleno de sabiduría práctica para la vida diaria. Específicamente, nos vamos a enfocar en el versículo 1 del capítulo 22:
De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro.”
A primera vista, puede que este versículo no resuene en nosotros, 
especialmente en un lugar como este.
 Puede que pensemos: “¿Buen nombre? ¿Buena fama? ¿Qué valor tiene eso aquí? 
Las riquezas, el dinero, eso es lo que realmente importa en el mundo real” !Buen nombre para que.! 
Quizás tu digas si ya tengo un nombre,ya tengo una fama.
 Pero les pido que me escuchen con el corazón abierto, porque este mensaje es para todos, sin importar dónde estemos.
Este proverbio nos dice que el buen nombre vale más que el dinero. Piensen en esto: 
¿qué es un buen nombre?
 Es cómo nos ven los demás. Es la reputación que construimos con nuestras acciones, con nuestras palabras, con la clase de persona que somos. 

Una buena reputación no se compra; se gana con esfuerzo, honestidad, y respeto.
Puede que hayamos cometido errores en el pasado, errores que nos trajeron aquí.
 Tal vez nuestra reputación se dañó o, incluso, la perdimos por completo. 
Pero, hermanos, el proverbio no nos está hablando de lo que fuimos, sino de lo que podemos ser
Un buen nombre no es algo que está en el pasado; es algo que podemos empezar a construir hoy, aquí, en este mismo lugar.

¿Cómo se construye un buen nombre desde la cárcel? Si ya todos saben lo que soy.
No se trata de lo que los de afuera piensen, sino de la persona que elegimos ser cada día.
1.-Lo primero es sacudirnos del pasado y tener la disposición en el corazón de cambiar nuestra vida 2.-.lo segundo es tener un profundo arrepentimiento por los cosas que hicimos en el pasado.
3.-Lo tercero es pedirle a Dios que te ayude y recibirle cómo tu Señor y Salvador personal.
Porque de modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es.las ……..
4.-Y luego vivir una vida práctica conforme al modelo de Dios.
Tratando a los demás con respeto: ¿Puedes ser un hombre de paz aquí? ¿Puedes escuchar a tus compañeros, tratarlos con amabilidad, aunque no sea fácil?
Siendo honesto: ¿Puedes hablar con la verdad, incluso cuando es difícil?
Asumiendo la responsabilidad: ¿Puedes reconocer tus errores y trabajar para ser una mejor persona?
Buscando el cambio: ¿Puedes usar este tiempo para aprender, para crecer, para prepararte para un futuro diferente?
El dinero y las riquezas pueden perderse en un instante. El oro y la plata no tienen valor eterno. Pero un buen nombre, un carácter fuerte y honesto, eso es algo que nadie nos puede quitar. 
Es la herencia más valiosa que podemos dejarle a nuestras familias y,
lo más importante, 
es el regalo que nos damos a nosotros mismos: la dignidad de saber que estamos haciendo lo correcto.
Hermanos, la vida es una oportunidad para reescribir nuestra historia. 
No dejen que el pasado defina quiénes son.
 Usen este tiempo para construir un futuro. Empiecen hoy a construir ese buen nombre que vale más que el oro y la plata. Que la persona que salga de aquí sea alguien de quien puedan estar orgullosos, alguien en quien los demás puedan confiar.
Que Dios los bendiga y los guíe en este camino. Amén.

26 julio 2025

EL PELIGRO DE LA RELIGIOSIDAD

Tema: El peligro de la Religiosidad 
Texto: Malaquías 1; 6-14

El peligro de la religiosidad superficial
Amados hermanos y hermanas,
Hoy nos encontramos con un pasaje de la Palabra de Dios que nos confronta directamente, un mensaje que Dios mismo pronunció a través del profeta Malaquías a los sacerdotes de Israel. Es un mensaje que, aunque fue dado hace milenios, resuena con una fuerza impactante en nuestros corazones hoy. Leamos juntos Malaquías 1:6-14.

La queja de Dios: "Me habéis despreciado"
El pasaje comienza con una pregunta retórica de Dios: "El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor?" (v. 6). Dios, en su infinita paciencia, confronta a los sacerdotes de su pueblo. Ellos, quienes debían ser los guardianes de la santidad y los ejemplos de devoción, habían caído en una religiosidad vacía y superficial.
¿Cuál fue su respuesta? Una negación arrogante: "¿En qué hemos menospreciado tu nombre?" (v. 6). Aquí vemos la ceguera espiritual. Habían deshonrado a Dios de maneras tan sutiles para ellos que ni siquiera se daban cuenta.
Las evidencias del desprecio: Ofrendas defectuosas y corazones cansados
Dios no se queda en la acusación general, sino que les señala tres áreas específicas donde su desprecio se hacía evidente:
1. Ofrendas inmundas (v. 7-8)
Dios dice: "En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo". No solo eso, sino que traían animales ciegos, cojos o enfermos para el sacrificio. La ley de Moisés era muy clara: los sacrificios a Dios debían ser lo mejor, sin defecto. Pero ellos ofrecían lo que no servía, lo que no querían.
Dios les hace otra pregunta incisiva: "¿Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto?" (v. 8). ¡Por supuesto que no! Ningún rey humano aceptaría regalos defectuosos o inservibles. Sin embargo, pensaban que Dios, el Rey de reyes, merecía menos. Esto revela una verdad profunda: la calidad de nuestra ofrenda revela lo que realmente pensamos de Dios. Si le damos lo que sobra, lo que es de menor valor, ¿qué estamos diciendo sobre Su grandeza en nuestras vidas?
2. Una mesa despreciable (v. 7, 12)
Además, decían: "La mesa de Jehová es despreciable" (v. 7, 12). La "mesa de Jehová" se refiere al altar, el lugar donde se ofrecían los sacrificios y donde se encontraban con Dios. Para ellos, el servicio a Dios se había convertido en una carga, una rutina sin significado. Ya no valoraban la santidad del encuentro con Dios. Cuando el servicio a Dios se vuelve una obligación tediosa en lugar de un privilegio, hemos caído en el mismo error de estos sacerdotes.
3. Un "¡Oh, qué fastidio es esto!" (v. 13)
La tercera evidencia de su desprecio es la queja abierta: "Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto!" (v. 13). Se sentían cansados, aburridos del culto, de las responsabilidades. Y para colmo, traían "lo hurtado, o cojo, o enfermo". Ofrecían con resentimiento, con pereza, y con lo que no les costaba.
Este "¡qué fastidio!" es un eco peligroso en nuestros propios corazones. ¿Cuántas veces el servicio a Dios, la oración, el estudio de la Biblia, la asistencia a la iglesia, se convierte en un "fastidio" para nosotros? Cuando llegamos a ese punto, estamos menospreciando el nombre de Dios, estamos demostrando que no valoramos Su presencia ni Su majestad.
Las consecuencias y el contraste
Dios les advierte que no tiene complacencia en ellos y que no aceptará sus ofrendas (v. 10). La hipocresía en el culto es abominación para el Señor.
Pero en medio de esta dura reprensión, Dios hace una declaración asombrosa: "Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos" (v. 11).
Esto es profético y glorioso. Mientras Israel fallaba, Dios revela Su plan: Su nombre sería glorificado entre todas las naciones. Esto apunta a la era de la Iglesia, donde personas de toda lengua y tribu ofrecerían a Dios alabanza genuina y sacrificios espirituales limpios. ¡Qué contraste! Mientras su propio pueblo lo despreciaba, el Señor estaba levantando a otros para honrarlo.
Finalmente, Dios pronuncia una maldición sobre el engañador, aquel que promete lo mejor pero ofrece lo dañado (v. 14). Él es el Gran Rey, y Su nombre es temible. No podemos burlarnos de Él.
Aplicación para nosotros hoy
Hermanos, ¿cómo se aplica esto a nuestras vidas?
Examine su ofrenda a Dios: ¿Le estamos dando a Dios lo mejor de nuestro tiempo, de nuestras habilidades, de nuestros recursos? ¿O le estamos dando las "sobras", lo que no nos cuesta, lo que no es nuestro "primogénito"? La verdadera adoración comienza con un corazón que da lo mejor a quien merece lo mejor.
Valore el privilegio del culto: ¿Consideramos el tiempo de adoración, la comunión con los hermanos, la lectura de la Palabra como un fastidio o como un privilegio inestimable? No permitamos que la rutina apague el fuego de nuestra devoción. Venimos a la mesa del Señor, al lugar de encuentro con el Rey. ¡No es despreciable!
Cuide su corazón: La raíz de las ofrendas defectuosas y el cansancio es un corazón que ha perdido el asombro por Dios. Debemos cultivar un temor reverente y una profunda honra por nuestro Padre y Señor. Él no solo es nuestro Padre amoroso, sino también el Rey soberano.
Amados, la buena noticia es que Dios es misericordioso. El versículo 9 nos da una esperanza: "Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas?" Es una invitación al arrepentimiento. Podemos volvernos a Él, confesar nuestro desprecio, nuestra superficialidad, y pedir Su perdón.
Que hoy sea un día en que renovemos nuestro compromiso de honrar a Dios con todo nuestro ser, con lo mejor que tenemos, y con un corazón lleno de reverencia y amor. Solo así podremos agradarle verdaderamente.
Amén.

CRISTO TE LLAMA HOY