21 junio 2025

EL CAMINO GUIADO POR SUS OJOS P

blog del pastor janber flores cabrera
Aquí tienes un sermón basado en Salmos 32:8, con un enfoque en la guía divina y la confianza en Dios.
El Camino Guiado por Sus Ojos

Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy nos encontramos ante una promesa maravillosa y reconfortante de la Palabra de Dios, que resuena profundamente en nuestros corazones: Salmos 32:8: "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos."
En este versículo, David, el salmista, nos comparte una revelación íntima de la relación entre Dios y el creyente. Es una declaración de guía divina, de enseñanza y de una supervisión amorosa y constante. Vivimos en un mundo lleno de incertidumbres, donde a menudo nos sentimos perdidos, sin saber qué dirección tomar en nuestras vidas, nuestras decisiones, nuestras relaciones. La confusión, el miedo y la ansiedad pueden ser compañeros constantes. Pero Dios, en su infinita bondad, no nos deja a la deriva.

I. "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar"
Piensen por un momento en la necesidad que tenemos de entendimiento. ¿Cuántas veces deseamos tener claridad en situaciones complejas? Dios nos promete aquí que Él nos dará ese entendimiento. No se trata solo de conocimiento intelectual, sino de una comprensión profunda de su voluntad y sus propósitos para nuestras vidas. Él nos revela lo que necesitamos saber, no siempre de la manera que esperamos, pero siempre a su debido tiempo y a través de sus medios.
Y junto con el entendimiento, Él nos enseña el camino. No solo nos muestra un mapa, sino que nos acompaña en el viaje. La vida cristiana no es un camino que descubrimos por nosotros mismos; es un camino que nos es enseñado por el Maestro. ¿Cómo nos enseña Dios?

 * La Biblia es nuestra guía principal. 
En sus páginas encontramos principios, mandamientos, ejemplos y promesas que iluminan cada paso. Es la lámpara a nuestros pies y la lumbrera a nuestro camino (Salmos 119:105). Si queremos entender y ser enseñados, debemos sumergirnos en ella.
 * A través del Espíritu Santo:
Jesús prometió que el Espíritu Santo nos guiaría a toda verdad (Juan 16:13). Es el Espíritu quien nos capacita para comprender las Escrituras, quien nos da discernimiento y quien nos impulsa a seguir el camino correcto.
 * A través de la oración:
La comunicación con Dios nos permite presentar nuestras dudas, nuestros miedos y nuestras necesidades. Es en la oración donde a menudo recibimos dirección, paz y la confirmación de su voluntad.
 * A través de la comunidad cristiana:
Dios usa a otros creyentes para edificarnos, corregirnos y animarnos. Un buen consejo del pastor ,o de un hermano o hermana maduro en la fe puede ser una manifestación de la guía de Dios.

II. "Sobre ti fijaré mis ojos"

Esta es una de las frases más tiernas y poderosas de este versículo. Imaginen a un padre amoroso que observa a su hijo dar sus primeros pasos, o a un pastor que cuida vigilantemente a sus ovejas. La mirada de Dios sobre nosotros no es una mirada de juicio condenatorio, sino una mirada de cuidado, de protección y de amor incondicional.
Cuando el salmista dice que Dios "fijará sus ojos" sobre nosotros, implica:
 * Atención constante: 
Dios no nos pierde de vista. No importa dónde estemos, qué estemos haciendo o qué desafíos enfrentemos, Él nos está observando. Su atención está plena y completamente sobre nosotros.
 * Protección y seguridad:
Cuando sus ojos están sobre nosotros, estamos bajo su cobertura. Él nos guarda del peligro, nos defiende de nuestros enemigos y nos sostiene cuando tropezamos. Como dice Salmos 121:7-8: "Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre."
 * Dirección y corrección: 
A veces, la mirada de Dios también es para redirigirnos cuando nos desviamos. Así como un padre guía a su hijo con una mirada, Dios nos muestra el camino correcto cuando nos salimos de él. Su disciplina es siempre para nuestro bien, para que podamos andar en justicia.
 * Relación personal: 
Esta frase habla de una relación íntima y personal. Dios no nos ve como una multitud anónima, sino como individuos únicos a quienes Él ama y por quienes se preocupa profundamente. Él nos conoce por nombre y está interesado en cada detalle de nuestras vidas.
                         Conclusión
Hermanos, la promesa de Salmos 32:8 es un ancla para nuestras almas. Nos asegura que no estamos solos en este viaje de la vida. 
Tenemos un Dios que promete entendernos y enseñarnos el camino, y que, con una mirada amorosa y vigilante, fija sus ojos sobre nosotros.
¿Cómo respondemos a esta promesa?
 Confiando. Entregando nuestras preocupaciones, nuestras dudas y nuestros planes en sus manos. Permitiéndole a Él ser nuestro guía, nuestro maestro y nuestro protector.
 No seamos como el caballo o el mulo sin entendimiento, que necesitan ser controlados con freno y cabestro. Seamos sensibles a la voz del Espíritu Santo, a la sabiduría de su Palabra y a la dirección de su mirada.
Que hoy podamos caminar con la certeza de que los ojos del Señor están sobre nosotros, guiándonos, protegiéndonos y mostrándonos el camino en que debemos andar. 
Que esta verdad nos llene de paz y confianza en cada paso que demos.
Amén.

19 junio 2025

EL DIEZMO

blog del pastor janber flores cabrera
El Diezmo: Un Acto de Fe y Obediencia
Texto: Levítico 27
30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.

Hoy vamos a hablar sobre un tema que a menudo genera preguntas y, a veces, incluso controversia dentro de la fe cristiana: el diezmo. Más allá de ser una simple contribución económica, el diezmo es un principio bíblico profundo que nos invita a reflexionar sobre nuestra fe, nuestra obediencia y nuestra confianza en Dios.

                    ¿Qué es el Diezmo?
La palabra "diezmo" significa literalmente "la décima parte". A lo largo de la Biblia, desde los tiempos de Abraham hasta la ley mosaica y las enseñanzas de Jesús, el diezmo se presenta como la entrega del diez por ciento de nuestras ganancias o de lo que poseemos a Dios, a través de la iglesia. No es una invención moderna, sino un principio establecido por Dios mismo.

                     ¿Por qué Diezmar?
Existen varias razones fundamentales por las cuales diezmar es un acto de fe y obediencia:

 * Reconocimiento de la Soberanía de Dios: Al diezmar, reconocemos que todo lo que tenemos y todo lo que somos proviene de Dios. Es una forma tangible de decir: "Señor, reconozco que Tú eres la fuente de mi provisión, y esta décima parte es mi ofrenda de gratitud por Tu bondad". Es una humilde declaración de que somos administradores, no dueños absolutos.

 * Obediencia a la Palabra de Dios: La Biblia es clara en sus instrucciones sobre el diezmo. En Malaquías 3:10, Dios nos dice: "Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde." Aquí, Dios nos desafía a ponerlo a prueba, prometiendo su bendición si somos fieles.

 * Sostenimiento de la Obra de Dios: Los diezmos y las ofrendas son el medio por el cual la iglesia puede llevar a cabo su misión: predicar el evangelio, discipular a los creyentes, apoyar a los necesitados y mantener la casa de Dios. Al diezmar, nos convertimos en socios en la obra de Dios en la tierra.
 * Crecimiento en la Fe y la Confianza: Diezmar, especialmente cuando las finanzas son escasas, requiere un acto de fe. Es confiar en que Dios suplirá nuestras necesidades, incluso cuando entregamos una porción de lo que tenemos. Esta confianza no solo fortalece nuestra relación con Dios, sino que también nos libera de la ansiedad y la preocupación por el dinero.
Más allá de la Obligación: Una Actitud del Corazón
Es crucial entender que el diezmo no debe ser visto como una obligación legalista que cumplimos a regañadientes. Dios no necesita nuestro dinero; Él es el dueño de todo. Lo que Él busca es un corazón dispuesto, generoso y agradecido.
 El apóstol Pablo nos recuerda en 2 Corintios 9:7: "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre."
El diezmo es una expresión de amor, gratitud y devoción. Es una oportunidad para demostrar que Dios es nuestra prioridad y que confiamos plenamente en Su provisión.
Las Bendiciones de la Fidelidad
Cuando somos fieles en el diezmo, no solo contribuimos al reino de Dios, sino que también nos abrimos a las bendiciones que Él ha prometido. Estas bendiciones no siempre son materiales, aunque a menudo lo son. Pueden manifestarse en paz mental, provisión inesperada, sabiduría en las decisiones financieras y una profunda sensación de propósito.
El diezmo es más que un simple cálculo matemático; es un reflejo de nuestro corazón y nuestra fe. Es un acto de adoración que nos conecta más profundamente con nuestro Creador y nos permite participar activamente en la extensión de Su reino. Que hoy podamos reflexionar sobre este principio y, con un corazón alegre y confiado, honrar a Dios con la primera y la mejor parte de lo que Él nos ha dado.
¿Cómo crees que el acto de diezmar puede fortalecer nuestra confianza en la provisión de Dios en nuestra vida diaria?

CORRIENDO LA CARRERA CON LOS OJOS EN JESÚS

blog del pastor janber flores cabrera
 Corriendo la Carrera con los Ojos en Jesús
Texto: Hebreos 12:1-2 (Reina Valera 1960)

"Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."
Introducción:
 * La vida cristiana es a menudo comparada con una carrera. No es un sprint, sino un maratón que requiere resistencia y enfoque.
 * El capítulo 11 de Hebreos nos ha presentado una "nube de testigos", héroes de la fe que nos precedieron. Ellos nos animan con su ejemplo.

 * Hoy, nos centraremos en cómo podemos correr nuestra propia carrera con éxito, manteniendo nuestra mirada en el punto más crucial.

I. La Motivación para Correr: Una Gran Nube de Testigos (v. 1a)
 * ¿Quiénes son estos testigos? Los creyentes del Antiguo Testamento mencionados en el capítulo 11. No son espectadores pasivos, sino ejemplos inspiradores de fe.
 * ¿Qué nos enseñan? Que la fe es posible, que Dios es fiel a sus promesas, y que la perseverancia es recompensada.
 * Implicación para nosotros: No estamos solos en esta carrera. Somos parte de una gran tradición de fe y tenemos ejemplos que nos impulsan a seguir adelante. Su testimonio nos anima a no desfallecer.

II. Los Obstáculos a Superar: Peso y Pecado (v. 1b)
 * "Todo peso": Esto se refiere a cualquier cosa que nos estorbe en nuestra carrera, incluso si no es inherentemente pecaminoso. Pueden ser preocupaciones mundanas, distracciones, hábitos, o incluso cosas buenas que nos desvían de lo mejor.
   * Ejemplos: Demasiado ocio, ambiciones materiales desmedidas, relaciones tóxicas, falta de disciplina.
 * "El pecado que nos asedia": Se refiere al pecado específico que nos atrapa y nos impide avanzar. Cada uno tiene sus propias luchas y tentaciones recurrentes. Es el pecado que nos "envuelve" fácilmente, que tiene un control particular sobre nosotros.
   * Ejemplos: Ira, amargura, orgullo, envidia, lujuria, mentira, pereza espiritual.
 * La necesidad de despojarse: Para correr eficazmente, un atleta se deshace de todo lo que le pesa. De la misma manera, debemos identificar y quitarnos estas cargas y pecados para poder avanzar. Esto implica arrepentimiento, confesión y una búsqueda activa de la santidad.

III. La Actitud del Corredor: Paciencia y Persistencia (v. 1c)
 * "Corramos con paciencia la carrera": La palabra griega para "paciencia" (hypomonē) implica perseverancia, resistencia, y la capacidad de soportar dificultades sin desmayar. No es una carrera de velocidad, sino de resistencia.
 * Implicación: Habrá desafíos, momentos de desánimo, y obstáculos. La fe no nos exime de las dificultades, pero nos capacita para soportarlas. Debemos mantener la calma, la confianza en Dios y la determinación de seguir adelante, paso a paso.
 * La importancia de la disciplina espiritual: Oración, estudio de la Palabra, comunión con otros creyentes, y obediencia son esenciales para desarrollar esta resistencia.

IV. El Punto Focal: Puestos los Ojos en Jesús (v. 2)
 * "Puestos los ojos en Jesús": Este es el mandamiento central y el secreto para una carrera exitosa. Jesús no es solo un ejemplo entre muchos; Él es el autor y consumador de nuestra fe.
   * Autor de la fe: Él inició nuestra fe, nos llamó a Él y nos dio la capacidad de creer. Es el originador.
   * Consumador de la fe: Él perfecciona nuestra fe, nos lleva a la meta y nos completa. Él es el que nos lleva hasta el final.
 * ¿Por qué Jesús es el foco?
   * Su gozo: Él sufrió la cruz "por el gozo puesto delante de él". Su gozo no era el sufrimiento en sí, sino el resultado del sufrimiento: nuestra salvación, la redención de la humanidad y la glorificación del Padre. Esto nos da perspectiva sobre nuestras propias luchas.
   * Su sufrimiento y oprobio: Él "sufrió la cruz, menospreciando el oprobio". Él soportó la vergüenza, el dolor y la humillación por nosotros. Si Él, sin pecado, sufrió tanto, ¿cuánto más debemos estar dispuestos a soportar nosotros por Él?
   * Su recompensa: "Y se sentó a la diestra del trono de Dios." Su sufrimiento culminó en gloria y autoridad. Este es el modelo para nosotros: el sufrimiento por causa de Cristo nos lleva a la gloria con Él.
                                 Conclusión:
 * La carrera de la vida cristiana es desafiante, pero no estamos solos. Tenemos el estímulo de aquellos que nos precedieron.
 * Debemos despojarnos de todo lo que nos estorba y del pecado que nos atrapa.
 * Debemos correr con perseverancia, confiando en la gracia de Dios.
 * Pero, sobre todo, debemos mantener nuestros ojos firmes en Jesús. Él es el modelo perfecto, el que nos capacita y el que nos espera en la meta.
 * Al fijar nuestra mirada en Él, encontraremos la fuerza para soportar, la sabiduría para elegir y la esperanza para continuar hasta el final.
Llamado a la acción:
 * ¿Qué pesos necesitas despojarte hoy?
 * ¿Qué pecado te asedia y te impide correr libremente?
 * ¿Están tus ojos puestos verdaderamente en Jesús, o en otras cosas que te distraen?
 * Comprométete hoy a correr la carrera con perseverancia, manteniendo tu mirada en Aquel que es el autor y consumador de tu fe.


CRISTO TE LLAMA HOY