Corriendo la Carrera con los Ojos en Jesús
Texto: Hebreos 12:1-2 (Reina Valera 1960)
"Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."
Introducción:
* La vida cristiana es a menudo comparada con una carrera. No es un sprint, sino un maratón que requiere resistencia y enfoque.
* El capítulo 11 de Hebreos nos ha presentado una "nube de testigos", héroes de la fe que nos precedieron. Ellos nos animan con su ejemplo.
* Hoy, nos centraremos en cómo podemos correr nuestra propia carrera con éxito, manteniendo nuestra mirada en el punto más crucial.
I. La Motivación para Correr: Una Gran Nube de Testigos (v. 1a)
* ¿Quiénes son estos testigos? Los creyentes del Antiguo Testamento mencionados en el capítulo 11. No son espectadores pasivos, sino ejemplos inspiradores de fe.
* ¿Qué nos enseñan? Que la fe es posible, que Dios es fiel a sus promesas, y que la perseverancia es recompensada.
* Implicación para nosotros: No estamos solos en esta carrera. Somos parte de una gran tradición de fe y tenemos ejemplos que nos impulsan a seguir adelante. Su testimonio nos anima a no desfallecer.
II. Los Obstáculos a Superar: Peso y Pecado (v. 1b)
* "Todo peso": Esto se refiere a cualquier cosa que nos estorbe en nuestra carrera, incluso si no es inherentemente pecaminoso. Pueden ser preocupaciones mundanas, distracciones, hábitos, o incluso cosas buenas que nos desvían de lo mejor.
* Ejemplos: Demasiado ocio, ambiciones materiales desmedidas, relaciones tóxicas, falta de disciplina.
* "El pecado que nos asedia": Se refiere al pecado específico que nos atrapa y nos impide avanzar. Cada uno tiene sus propias luchas y tentaciones recurrentes. Es el pecado que nos "envuelve" fácilmente, que tiene un control particular sobre nosotros.
* Ejemplos: Ira, amargura, orgullo, envidia, lujuria, mentira, pereza espiritual.
* La necesidad de despojarse: Para correr eficazmente, un atleta se deshace de todo lo que le pesa. De la misma manera, debemos identificar y quitarnos estas cargas y pecados para poder avanzar. Esto implica arrepentimiento, confesión y una búsqueda activa de la santidad.
III. La Actitud del Corredor: Paciencia y Persistencia (v. 1c)
* "Corramos con paciencia la carrera": La palabra griega para "paciencia" (hypomonē) implica perseverancia, resistencia, y la capacidad de soportar dificultades sin desmayar. No es una carrera de velocidad, sino de resistencia.
* Implicación: Habrá desafíos, momentos de desánimo, y obstáculos. La fe no nos exime de las dificultades, pero nos capacita para soportarlas. Debemos mantener la calma, la confianza en Dios y la determinación de seguir adelante, paso a paso.
* La importancia de la disciplina espiritual: Oración, estudio de la Palabra, comunión con otros creyentes, y obediencia son esenciales para desarrollar esta resistencia.
IV. El Punto Focal: Puestos los Ojos en Jesús (v. 2)
* "Puestos los ojos en Jesús": Este es el mandamiento central y el secreto para una carrera exitosa. Jesús no es solo un ejemplo entre muchos; Él es el autor y consumador de nuestra fe.
* Autor de la fe: Él inició nuestra fe, nos llamó a Él y nos dio la capacidad de creer. Es el originador.
* Consumador de la fe: Él perfecciona nuestra fe, nos lleva a la meta y nos completa. Él es el que nos lleva hasta el final.
* ¿Por qué Jesús es el foco?
* Su gozo: Él sufrió la cruz "por el gozo puesto delante de él". Su gozo no era el sufrimiento en sí, sino el resultado del sufrimiento: nuestra salvación, la redención de la humanidad y la glorificación del Padre. Esto nos da perspectiva sobre nuestras propias luchas.
* Su sufrimiento y oprobio: Él "sufrió la cruz, menospreciando el oprobio". Él soportó la vergüenza, el dolor y la humillación por nosotros. Si Él, sin pecado, sufrió tanto, ¿cuánto más debemos estar dispuestos a soportar nosotros por Él?
* Su recompensa: "Y se sentó a la diestra del trono de Dios." Su sufrimiento culminó en gloria y autoridad. Este es el modelo para nosotros: el sufrimiento por causa de Cristo nos lleva a la gloria con Él.
Conclusión:
* La carrera de la vida cristiana es desafiante, pero no estamos solos. Tenemos el estímulo de aquellos que nos precedieron.
* Debemos despojarnos de todo lo que nos estorba y del pecado que nos atrapa.
* Debemos correr con perseverancia, confiando en la gracia de Dios.
* Pero, sobre todo, debemos mantener nuestros ojos firmes en Jesús. Él es el modelo perfecto, el que nos capacita y el que nos espera en la meta.
* Al fijar nuestra mirada en Él, encontraremos la fuerza para soportar, la sabiduría para elegir y la esperanza para continuar hasta el final.
Llamado a la acción:
* ¿Qué pesos necesitas despojarte hoy?
* ¿Qué pecado te asedia y te impide correr libremente?
* ¿Están tus ojos puestos verdaderamente en Jesús, o en otras cosas que te distraen?
* Comprométete hoy a correr la carrera con perseverancia, manteniendo tu mirada en Aquel que es el autor y consumador de tu fe.
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